Terri Smith, con 317 kilos de peso comienza una batalla contra el excesivo peso que tiene. Sufre terribles dolores de cabeza y debe hacerse una resonancia magnética para diagnosticar si hay algún tumor cerebral. El problema es que no cabe en la máquina del hospital.
Ella dijo: “Mi marido es mi ángel de la guarda. Él es fiel a mí, es un santo. La mayoría de los hombres me habría dejado tiempo atrás, y nos sería culpa de él. pero Myron es único”.
Terri fue siempre grande, a los siete años pesaba casi 42 kilos. Se enfrenta a una carrera contra el tiempo para bajar de peso en un intento por beneficiarse de cirugía gástrica.
Terri, ha sido confinada a una cama durante tres años. Los hospitales no tienen equipos para atender a alguien de su circunferencia.
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